lunes, 25 de octubre de 2010

“Y los que no trabajan, ahítos...”. Sobre la obra y la vida de Pedro Mirón García, socialista extremeño (1897-1936)


Queremos que desaparezca la cruel injusticia existente de que los creadores de riquezas carezcan de ellas. No queremos que siga por más tiempo la farsa inhumana de respetar el orden establecido. ¡Bonito orden! Los que trabajan, hambrientos. Los que no trabajan, ahítos...”. Hermosas y combativas palabras del socialista chinato Pedro Mirón García, que tras décadas de silencioso ostracismo, vuelven por fin a resonar con la fuerza que merecen y, por qué no decirlo, tan oportunas como las hacen las circunstancias históricas, políticas y sociales que atravesamos. El sábado 9 de octubre tuvo lugar, en una sala repleta de público del conventual San Francisco de Béjar, la presentación del libro Pedro Mirón García. Antología de su legado documental, compilado, anotado y editado por su hijo, Higinio Mirón Fernández.


Este libro es una recopilación de escritos de distinta naturaleza (correspondencia personal, documentos de su actividad política, colaboraciones de prensa,...) seleccionados de entre el amplio legado documental de Pedro Mirón García, que en 1999 fuera entregado por sus hijos a la custodia de la Fundación Pablo Iglesias. Es un libro que recoge la obra, y a través de esta, la vida de un hombre abnegado y valiente, que luchó incansablemente por Malpartida de Plasencia, su pueblo, de cuya agrupación socialista local fue fundador y de cuyo Ayuntamiento fue secretario, y por sus gentes más humildes. Una lucha en favor de los desposeídos que sería la causa de su fusilamiento en agosto de 1936, a los 39 años de edad, tras ser detenido unos días antes por falangistas placentinos. Además de este acopio documental, el libro aporta datos biográficos de Pedro Mirón, así como del hallazgo y recuperación de su cadáver tras la muerte del dictador y de los homenajes recibidos con posterioridad.


El autor de esta compilación, Higinio Mirón, nació en Malpartida de Plasencia en 1932 y, siendo aún joven, se estableció en Béjar para trabajar como administrativo. Desde los años 70 ha desempeñado distintos cargos en la Unión General de Trabajadores, en el Ayuntamiento bejarano y en la Diputación Provincial salmantina. Ha publicado artículos y trabajos históricos, y ahora este libro, dedicado a la recuperación de la memoria familiar, con el fin de honrar y dar a conocer la obra y vida ejemplares de su padre, el ciudadano Pedro Mirón García.


El acto de presentación fue impresionante y conmovedor. Intervinieron primero Cipriano González, alcalde de Béjar y secretario general de los socialistas bejaranos, Miguel Miñana, presidente del PSOE de Béjar (e hijo de fusilado) y Luís Felipe Comendador, escritor y agitador cultural (y nieto de fusilado). Todos ellos hablaron de guerra civil y posguerra, de verdugos y víctimas, de fascismo y de fosas, de democracia y de libertad, de memoria y de dignidad, de impunidad y de justicia, y unánimemente elogiaron el trabajo y la persona de su amigo Higinio Mirón. Tras ellos, un nieto de Higinio pronunció en nombre de la familia unas palabras de agradecimiento, y un joven pianista interpretó unos movimientos de Beethoven y Mozart.


Finalizó el acto con la intervención del autor, Higinio Mirón. Con emoción y lágrimas a duras penas contenidas, reflexionó y nos hizo reflexionar sobre un momento histórico, no tan lejano, en el que la vida de ciudadanos ejemplares como su padre fue segada, sus esperanzas frustradas y su dignidad silenciada. Con la voz a veces firme, a veces entrecortada por breves silencios rotos por sentidos aplausos, fue desgranando algunas de las gestiones realizadas por su padre, ampliamente documentadas en este volumen, por mejorar la vida de Malpartida de Plasencia y de sus gentes, en relación a asuntos diversos como el ferrocarril, el agua, la electricidad, el teléfono o el grupo escolar, así como su constante trabajo de concienciación y formación de los trabajadores chinatos, a los que instó a huir de la resignación y de la apatía y confrontar, mediante la acción política y sindical, las injustas desigualdades sociales y la salvaje explotación económica que, como el conjunto de la clase trabajadora de nuestro país, padecían. También supimos cómo en 1979 (casi tres décadas antes, es preciso apuntar, de que fuera promulgada la actual Ley de Memoria Histórica), fueron exhumados en la finca El Almendral de Oliva de Plasencia los restos mortales de seis fusilados (Julio Durán, Consuelo Alonso, Abelardo Montero, Joaquín Rosado, Eleuterio González y el propio Pedro Mirón), y cómo el largo cortejo fúnebre recorrió las calles y la Plaza Mayor placentina ante el asombro general de la ciudadanía, antes de tomar rumbo a Malpartida, donde finalmente recibirían merecido homenaje y digna sepultura.


No cabe sino agradecer el empeño puesto por Higinio Mirón en la edición de este volumen, que es a la vez memoria histórica personal para él y su familia, y memoria histórica colectiva para todos los extremeños y extremeñas de bien. Una memoria histórica de interminables tesones y terribles sacrificios por la dignidad humana, la legitimidad democrática y la justicia social, y que hoy nos sirve, decía Luís Felipe Comendador en su intervención, “como un hermoso punto de partida para comenzar a configurar un futuro mejor y más justo”. Una memoria llena de esperanza a la que el nombre del ciudadano Pedro Mirón García se reintegra ahora, en la plenitud de su palabra y de su ejemplo, para no ser ya nunca más olvidado, y para servirnos de inagotable inspiración ante las luchas y los empeños que sin duda nos depara el mañana.

2 comentarios:

mamm dijo...

Estimado Francisco,
Mi nombre es Miguel Ángel Morales y soy natural de Aldeanueva del Camino, si bien actualmente resido en Mijas (Málaga). El día 14 pasado estuve en Hervás con la intención de adquirir su magnífico libro: “Represión, silencio y olvido. Memoria histórica de Hervás y el alto Ambroz” y la ilusión de poder hablar con usted; pero ambas cosas resultaron fallidas.
Como quiera que yo también tengo interés en rehabilitar la memoria de mi abuelo Marcelo (del que no existe referencia en su libro porque nadie se la proporcionó) que fue detenido en los primeros días de la sublevación militar, encarcelado y, en juicio sumarísimo (supongo), condenado a muerte. “Ejecución” (por qué dirán ejecución cuando deberían decir asesinato) que tenía fecha para el 12/12/36, resultó que vino a morir el día antes y está enterrado en la fosa común del cementerio de Plasencia. Extremo que ya he investigado.
Al ver por su libro la extensa documentación que usted posee, le rogaría me indique dónde poder buscar, por ejemplo, la sentencia condenatoria de mi abuelo, para saber en base a qué cargos se le condenó con tanta rapidez a la pena capital. Y de ahí, empezar a “tirar del hilo”
Le pido disculpas por “asaltarle” de esta manera pero desconozco su e-mail y no se me ocurre otra cosa.
Si quiere contestarme lo puede hacer a: maj.morales@gmail.com y le estaré muy agradecido.
Reciba un cordial saludo,
Miguel Ángel Morales

marcial carlos canelo dijo...

Gracias por atenderme.Estoy interesado en conocer los detalles del fusilamiento de mi abuelo Eladio Canelo , en 1936 siendo Teniente de alcalde del Ayuntamiento de Malpartida de Plasencia.
A donde puedo dirigirme para conocer fecha,causas, sentencia y culquier otro aspecto.
Mi nombre es Marcial Carlos Canelo y mi correo marcialcarlos@alviana.com